13 de junio de 2013
Como viene siendo costumbre en los albergues del camino francés, antes de las seis de la mañana ya se oye movimiento de alguien que se pone en marcha, ya no fuimos capaces de dormir más y a las seis nos levantamos y nos fuimos, creo que es el día que mas pronto hemos salido. Tuvimos que equiparnos coon el poncho porque estaba lloviendo, tras salir del pueblo seguimos ruta por camino entre bosques, con la lluvia todavía olían mejor los eucaliptos, pasamos por algún pueblecito pero sin nada que destacar, las casas como en estos últimos tramos anteriores, a veces muy diseminadas y de nueva construcción. Paramos a desayunar en un bar de Vilamaior que estaba montado tipo self service con sus bandejas y todo, seguía lloviendo.
El camino pasaba rodeando el aeropuerto internacional de Lavacolla y los aviones que despegaban nos pasaban por encima. Pasamos también por las instalaciones de la televisión gallega y un poco más adelante por la española. Cuando quedaban unos seis km. para Santiago llegamos al Monte do Gozo donde está instalado un complejo turístico del que en época normal están reservadas 400 plazas como albergue de peregruinos y que cuando Luis hizo el camino en bicicleta hace casi treinta años se alojó allí, lo acaban de hacer, prácticamente lo estrenó.
Había parado de llover y paramos un rato a hacer fotos al monumento al peregrino y ver la vista, pero no conseguimos ver la catedral. cuando llegábamos a Santiago ya hacía sol, el camino de entrada nos defraudó un poco, nos esperábamos algo mejor en la entrada de Santiago.
Atravesamos la ciudad durante casi una hora hasta llegar a la catedral, se nos hizo un poco pesado pero por fin llegamos, ya cerca del centro nos pareció bastante caótica la mezcla de coches circulando y peatones andando, creo que ese trozo peatonal ganaría mucho más.
La llegada consistió en una mezcla de sensaciones, emoción, cansancio, incredulidad de haber llegado, pero sobre todo mucha alegría, una alegría compartida con muchos de los que nos encontramos por allí con los que habíamos coincidido por el camino, fuimos a recoger la famosa "Compostela" aprovechando que eran sobre las dos y mucha gente estaba comiendo. El casco histórico de Santiago es chulísimo y con mucho ambiente. Estando en la Plaza del Obradoiro se nos acercó un señor para ofrecernos alojamiento en una casa particular allí cerca, que fuimos a ver pero que al final no nos convenció, por otro lado, pensándolo bien no era muy ético de cara al resto de hoteleros. Fuimos a comer allí cerca al restaurante Tarara donde viendo que buscábamos alojamiento el dueño nos aconsejó la Pensión Alfonso y fuimos a verla, efectivamente nos gustó muchísimo es un hotelito decorado con mucho gusto, muy acogedor y de trato muy agradable, en el que estamos muy a gusto y que nos quedaremos un par de días, la habitación no es muy grande pero es una monada, desde la ventana se ve la catedral. Después de instalarnos fuimos a la estación de renfe para comprar los billetes de vuelta para el domingo a primera hora, son trece horas de viaje, menos mal que nos gusta el tren. Estos días aprovecharemos para ir a Finisterre y a Muxía y conocer más a fondo santiago. Luego estuvimos haciendo infinidad de fotos, hay mucho ambiente por las calles de Santiago y seguíamos encontrándonos con más compañeros de camino, con Koro, con Tere, con los amigos granadinos, con quien también coincidimos y que se puso contentísima es con la amiga neozelandesa de Luis, comentamos un poco cono ella entre señas e inglés y nos despedimos con un gran abrazo de ellas.
Como aquí hay prácticamente una hora más de luz que en Barcelona, cuando nos damos cuenta son las once de la noche.
Km. de hoy: 19,98

No hay comentarios:
Publicar un comentario