Bercianos del Camino a León

León, 29 de Mayo de 2013

Esta mañana me he levantado muy tranquilamente sobre las nueve y media y he estado de apalanque total.
Luis me ha llamado sobre las dos, estaba a 20 km. en Mansilla de las Mulas, comía un menú y se venía a dormir a León. Ha llegado sobre las 8 de la tarde hecho polvo, cuando lo dejé en Frómista cojió camino hacia Carrión de los Condes, ha ido parando en todos los pueblos para hacer la foto al campanario ya que quiere coleccionar todos los campanarios que pueda del camino, en Castilla la mayoría de ellos con cigüeñas incluidas, recuerdo que cuando veníamos en tren a Pamplona incluso habíamos visto nidos de cigüeñas en postes eléctricos, las pobres, a falta de campanarios...
En Villalcazar de Sirga también estaba fotografiando el campanario y un rosetón de la Iglesia Santa María de la Blanca de dimensiones catedralicias cuando aparecieron los sevillanos, estuvieron un rato hablando y se despidieron por si acaso no se volvían a encontrar ya que ellos acababan la ruta por esta vez en León. Luego llegó a Carrión de los Condes en donde ningún menú bajaba de los 11 euros y sin café, tampoco le entusiasmó mucho, hizo alguna foto y decidió tirar un poco mas adelante de viandas propias acompañadas de una cerveza, al final paró en un área de descanso que había a la salida de Carrión donde también durmió una siesta porque había decidido hacer una etapa nocturna esa noche que todavía había luna llena. Después siguió 12 km. en los que no había nada, sólo una calzada real hasta Calzadilla de la Cueza, en ese tramo ya oscureció y llegó a Calzadilla a las once donde tomó algo en un hostal y comentó con el dueño lo de la etapa nocturna y éste le confirmó que por la carretera le iría bien porque no tenía apenas circulación y el camino iba paralelo a ella, de hecho en toda la noche solo pasó un coche, en todo el tramo por la carretera iba viendo como el camibo se iba alternando de un lado a otro de la carretera. Dice que hacía mucho frío y lo único que veía era la luna llena, las nubes y las luces parpadeantes de los mólinos eólicos y de vez en cuando las luces de los pueblos a lo lejos, cuando llegaba a ellos, lógicamente, estaban desiertos, paraba un poco en cada uno para beber agua o recomponerse. 5 Km. antes ya se veía Sahagún y es donde hizo la foto del cartel, allí se confundió unos 300 m. y tuvo que retroceder porque sin darse cuenta había tomado la autovía. Ya amaneciendo dejó la carretera y siguió por el camino entrando en Sahagún al mismo tiempo que abrían los bares, tomando un café con leche coincidió con un valenciado con el que ya se había encontrado anteriormente que lo primero que le dijo fue: "Qué, ¿tirando de autobús?" a lo que Luis le respondió que primero se pregunta como está uno y que de autobús nada, le comentó lo de la jornada nocturna y poco más, una vez entró en calor con el café con leche se comió un super-pepito de ternera para recuperar fuerzas y llegar al albergue de Beneciados del Real Camino a 10 km. más adelante, también recomendado por Julia ya que lo llevaban también hospitaleros voluntarios, con cena y desayuno comunitario y sin cuota establecida sino solo la voluntad. Este tipo de albergues son más propicios para la participación y la relación, llegó sobre las 12 y esperó a que abrieran, empezaron a llegar el resto de peregrinos, el valenciano con otro compañero, un grupo de coreanos, el vasco, un brasileño y algunos más. Mientras esperaban ya estaban de cachondeo que quién daba la vez, etc. Como entró el primero a lo que no estaba acostumbrado y podía elegir cama no sabía por cual decidirse de las 58 que había, decidió, se duchó y siesta para recuperarse para la cena comunitaria en la cual dice se lo pasó muy bien, los hospitaleros hicieron dos super paellas y bebieron, cantaron y rieron. Por lo visto se unían por países y cantaban una canción de cada uno, dice que debía de haber representación de unos 12 países, el único que no quiso cantar fueron un portugués y una chica de Singapur porque sólo estaban ellos de su país. Los cinco españoles que habían se ofrecieron voluntarios para fregar los platos, la limpieza incluyó acabar con los "culines" de vino de las botellas de la cena y a dormir.
Por la mañana antes de las 6 no dejaban salir a nadie, a las 6:30 desayuno tipo bufette libre, despedidas y buen camino. La siguiente parada prevista era a 25 km. en Mansilla de las Mulas, la ruta según dice Luis seguía siendo la típica de la "larga, ancha e inacabale Castilla", en el trayecto coincidió con algunos de los compañeros de albergue, pasó por varios pueblos y llegó al albergue de Mansilla de las Mulas donde tras sellar y comer con la colla del albergue a las dos de la tarde, viendo que le quedaban 19 km. para León me llamó para decirme que seguía para llegar y dormir en León.
Km. hechos por Luis desde que nos separamos en Frómista: 117 aproximadamente

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