9 de Mayo de 2013
Como el albergue nuevo estaba lleno (183 Plazas) nos alojaron en el edificio del antiguo hospital. Diana a las 6 de la mañana con apertura de luces y las cuatro estaciones de Vivaldi lo que suavizó mi despertar porque ya sabéis que de lo madrugar... Empezó lo que parece una competición, a ver quien llega el primero al próximo albergue. Nosotros salimos a las 8 y ya la mayoría de gente no se veía, el resto nos iba adelantando por los dos lados, daba la sensación de que estábamos parados, pero nosotros a nuestro ritmo. Todo el día lloviendo, pero aún así el camino no pierde su encanto, apenas nos mojamos equipados con nuestros ponchos.
En Bizcareta hicimos una parada, intentamos resguardarnos en la porchada de la iglesia pero resultó que la verja estaba cerrada a cal y canto, al final encontramos un frontón cubierto. Luego seguimos camino hasta el Alto de Erro, una "chincheta" comparado con la travesía de los pirineos (según dice el libro-guía que llevamos). Después vino la bajada que estaba completamente anegada de agua y barro por lo que esos últimos 4 km. se multiplicaron, fue muy, muy, muy...
Tras mucho sufrir, yo por mi parte, y Luis por mí (es un sol), llegamos al albergue de Zubiri y como no, estaba lleno, entre los de la maratón y los que se apuntaron en esta etapa..., teníamos dos opciones continuar 5 km. más, cosa totalmente inviable o esperar que acabase las actividades en el polideportivo y podríamos utilizar la "suite" y así lo hicimos. Mañana será otro día.
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