Ayer nos faltaban horas para ponernos al día, Luis tenía muchas cosas que explicar y luego quise plasmarlas en el blog. Estaba reventado y muy contento de poder dormir y despertar con cierta normalidad y a su aire. Hemos decidido quedarnos un par de días más para que descanse y también quiere recorrer los lugares de su infancia.
Nos hemos trasladado a una residencia de estudiantes de monjas Trinitarias que está detrás de la catedral, nos sale diez euros más barata que la pensión y además tiene baño en la habitación, las monjas lo tienen todo impecable, está muy bien casi como en un hotel, lástima que no hay lugares así en todos los sitios.Después del traslado hemos empezado la ruta de Luis, ha sido chulo, hemos comido, por cierto muy bien, en El Mesón La Granja en la Calle Miguel Zaera que es donde Luis vivía de pequeño antes de irse a Barcelona, de hecho al lado del mesón hay dos casas que habían sido de su abuelo.
Hemos ido a la biblioteca pública donde teníamos reservada una hora de conexión a internet y hemos puesto el blog al día, luego hemos reanudado el paseo.
En muchos bares y garitos anuncian "limonada casera", por la tarde yo tenía mucha sed y pasábamos por un local muy chulo en el Barrio Húmedo que también la tenían, cuando nos sirve el primer vaso veo que es como vino ¡ilusa de mí! yo pensaba que era limonada, la de los limones, el chico nos explicó que era vino con más cosas, en ese momento Luis también recordó, es como una especie de sangría o zurracapote.
He disfrutado un montón haciendo fotos a diestro y siniestro ya que la cámara se la había quedado Luis, que por cierto ha hecho fotos chulísimas del camino.
Los km. de hoy pateando León, ni se saben.
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